domingo, 4 de noviembre de 2012

Grecia, ¿en los inicios de una revolución política?


El drama griego es sin duda un mal sueño que no parece que vaya a acabar a corto plazo. Por tanto, como inversores o simplemente como ciudadanos del mundo, nos conviene saber qué está sucediendo realmente y más importante, qué es lo que puede llegar a suceder en el futuro. ¿Estamos viendo los inicios de una revolución política? ¿Qué diferencias hay entre una revolución política y una revolución social?

 En primer lugar, trataremos de analizar las diferentes variables como si de un problema matemático se tratara. Una vez vistas las variables veremos las connotaciones sociales que se pueden derivar de ellas y qué se puede esperar. Para ello utilizaremos ejemplos que ya han sucedido en la historia con el fin de tratar de aproximarnos a un escenario que pueda ser lo más realista posible.

Las cifras griegas

Porcentaje de trabajadores del sector público sobre la población totalmente activa: 14,13% (2008)
Carga fiscal (2012*): 49% IRPF, 23% IVA y 30% Impuesto de sociedades.
Deuda/PIB: 189%
PIB (2011): -6,8%
Inflación (2011): 2,415%
Tasa de natalidad: 9,08 nacimientos / 1000 habitantes
Suicidios: Primer semestre de 2010 oficial 3,92 por cada 100.000 habitantes (Ministerio de Salud). Expertos lo sitúan en 5 por cada 100.000 habitantes en 2011 
Pobreza: Al menos 439.000 niños viven en la pobreza (Unicef). Un 30% de la población podría ser pobre según la "Red Griega para la Lucha contra la Pobreza", las estimaciones oficiales la sitúan en el 21% (la población total de Grecia es de 11,26 millones).

El porcentaje de trabajadores del sector público sobre la población totalmente activa tiene trampa, porque no incluye los datos de empresas públicas. Por ejemplo en España tenemos un 9,47% en ese mismo dato, pero… ¿cuántas empresas públicas hay? (radios, televisiones, empresas varias al servicio de diputaciones y otros organismos, etc.) Es un dato que aparentemente no es malo si se compara con suecia con un 21,2% o Dinamarca con un 25,70% por ejemplo (la calidad de los servicios sociales de estos países también es de sobra conocida), pero puede inducir al error puesto que habría que añadir el total de empleados públicos contratados en los diversos organismos existentes si quisiéramos conocer el peso del sector público total. Cuidado también con malinterpretar este dato porque funcionarios públicos si que hacen falta (profesores, policías, bomberos, médicos,…), lo que no hace tanta falta son ciertas empresas públicas que sirven para colocar a gente afín al partido político en el gobierno y que resultan improductivas económicamente. 

La carga fiscal a 2012 es provisional puesto que mediante las baterías de ajustes que se están negociando puede ser posible ver subir aun más la presión fiscal. El problema de este tipo de medidas es que desincentivan la inversión, los profesionales más cualificados tratarán de buscar empleo en otros países donde puedan disfrutar de una mejor calidad de vida de acuerdo con su rendimiento y que los consumidores al verse penalizados frenarán el consumo reactivando la cadena de ajustes al no cumplirse las previsiones de recaudación. Vayamos por partes.


En el caso del IRPF se encuentra en un 49%, podemos pensar que no es mucho si lo comparamos con otros países de la lista pero es que como se puede apreciar la calidad de los servicios sociales de Suecia por ejemplo no tiene ni color con el que podamos encontrar en Grecia. Como ejemplo tenemos la continua rebaja de pensiones que se están encontrando los griegos y que algunos tribunales ya se han encargado de hacer ver como inconstitucionales. Esto hace que los profesionales mejor cualificados y con mejor salida se planteen la salida a otros países en los que su calidad de vida pueda ser mejor con su rendimiento. Esto tiene un impacto muy negativo en la pirámide demográfica griega, a lo cual hay que sumarle los gastos que han generado en su preparación y que luego no amortizan al producirse la fuga de talento hacia otros países. Esto es algo que puede impactar no solo de manera negativa a corto plazo si no también a largo plazo puesto que las pensiones del mañana habrá que pagarlas con una mano de obra de menor cualificación que tendrá que ser importada puesto que la escasa tasa de natalidad debido a la crisis económica hará que la pirámide demográfica se polarice más todavía al haber pocos jóvenes en condiciones de tener hijos debido al alto desempleo.

En el caso de las sociedades al haber libre establecimiento de negocios, ¿por qué iban a declarar sus beneficios en un lugar donde se les gravará más? Esto propicia la deslocalización de empresas las cuales se irán a países donde puedan gravar sus beneficios a un tipo más bajo.

En el caso de los consumidores el hecho de aumentar el IVA hace disminuir el consumo como bien hemos podido comprobar en numerosas ocasiones. El hecho de reducir el consumo hace que las empresas requieran de menos personal para administrar sus negocios y por ende haya más paro, lo cual a su vez hace reducir también el consumo al haber menos ingresos y también reducirá la recaudación prevista por el gobierno. Por tanto en esta dinámica todos pierden, empresas, familias y el Estado. 

El problema de la deuda/PIB es que si se reduce el PIB el ratio aumenta y con ello la losa de la deuda se hace cada vez más pesada. La manera de reducir deuda solo puede venir por recortes de gasto que si no se hacen bien acaban derivando en una mayor contracción del PIB y por tanto perjudicando a su economía. Aumentar el PIB por la parte de ingresos como se está tratando de hacer aumentando la presión fiscal se ve que tampoco está funcionando ya que solo está aumentando el desempleo sin lograr estabilizar sus ingresos tampoco.



Una posible salida es la reducción de la deuda. Ya se hizo una quita, pero ahora la Troika ha tratado de proponer una quita de deuda "institucional", algo a lo que Alemania ya se ha opuesto. ¿Debería sorprendernos esto? Este es un gráfico de la distribución de la deuda pública entre acreedores:



Alemania se enfrenta a elecciones en 2013, ¿cómo explicaría Merkel a sus contribuyentes que se ha perdido dinero en Grecia debido a un ineficiente control de riesgos? Mejor aún, ¿cómo explicará a sus contribuyentes que mientras ellos pagaban religiosamente sus impuestos los griegos los evadían para hacer después una quita y no pagar lo que debían? ¿Ocurrirá lo mismo en el resto de países rescatados y pendientes de ser rescatados? Se avecina un año muy duro para Merkel en estas elecciones. En mi opinión, lo tiene muy complicado debido a los vientos de cambio que soplan en Europa como hemos podido ver en todos los países que han celebrado elecciones.










Situación social en Grecia

Hemos podido ver que las elecciones de junio de 2012 se resolvieron con 1.825.609 votos a ND, 755.832 a PASOK y 385.079 votos a Dimar. Entre todos ellos formaron una coalición de gobierno con 2.966.520 votos y que solo pudo formarse gracias a la bonificación de 50 escaños al partido más votado. Es interesante resaltar que el total de votantes fue 6.216.856 con una participación electoral de tan solo el 62,47%. Es decir, podemos extraer cuatro conclusiones interesantes:

1º) El castigo a los partidos mayoritarios que han funcionado desde la caída de la dictadura militar en 1974 marca un punto de inflexión para el pueblo griego entrando en un periodo de inestabilidad política.
2º) El gobierno actual está gobernando habiendo obtenido solo un 47,72% de los votos (menos de la mitad de los que ejercieron su derecho a voto).
3º) Un porcentaje muy alto de la población está tan descontenta con el sistema electoral que decide no ejercer el derecho al voto.
4º) Debido a los dos puntos anteriores, no es descabellado pensar que el gobierno griego no representa ni los intereses ni el sentir del pueblo griego en general.



La mayor diferencia entre una revolución política y una revolución social es que una revolución política no se centra en la transmisión de propiedades y riqueza de unos grupos sociales a otros y también en que las revoluciones políticas suelen ser menos sangrientas que las sociales. Las revoluciones políticas si se prolongan en el tiempo suelen derivar en una revolución social, como fue el caso de la revolución francesa. Buenos ejemplos de revoluciones políticas pueden ser las de 1830 y las de 1848

Existen varios detonantes que pueden originar una revolución, entre los más comunes podríamos encontrar:

1º) Percepción de que el aparato político está corrupto por completo y que es imposible reformarlo, la única solución es erradicarlo para sustituirlo por algo nuevo. Podemos ver algunos ejemplos de esto como cuando Goldman Sachs ayudó a grecia a ocultar su déficit para entrar al euro, los sobornos de Siemens a políticos griegos o el juicio al periodista que divulgó la lista de evasores griegos en Suiza entre los que se encontraba el presidente del Parlamento entre muchos otros. El mundo al revés.

2º) Crisis económicas. Las hambrunas y penurias económicas tienen mucho que decir en esto. El pueblo en gran medida es capaz de aguantar que le traten mal, puede pasar hambre, ser pobre,...pero hay algo que no se puede tocar y esto son los hijos. El momento en el que los hijos empiezan a sufrir las consecuencias se pueden ver episodios como el de febrero de 1917 en la revolución Rusa cuando las mujeres salieron a la calle a exigir pan en el Día Internacional de la Mujer, despertando la simpatía entre los obreros y dándoles más motivos para secundar las huelgas. Este fue uno de los primeros episodios de la revolución rusa, donde finalmente los policías abandonaron al Zar y se unieron a los insurgentes. El descontento entre los policías griegos también es conocido.

Las fases de una revolución se pueden organizar de la siguiente manera:



Primera fase: suele seguir la dirección de aquellos revolucionarios que hayan mostrado mayor actividad y presión a favor de los cambios en los años anteriores. Las masas tienen tendencia a movilizarse en apoyo de las demandas de esos revolucionarios. Esta primera fase ya la hemos visto con el castigo a los partidos mayoritarios en las elecciones de junio de 2012.
Segunda fase: si el descontento continua, se comienza a desarrollar una fase más radical. Las masas tienden a presionar para conseguir cambios más concretos a su favor y más independientes al plantear sus reivindicaciones. Surgen nuevos líderes y grupos revolucionarios que exigen ampliación y profundidad del proceso revolucionario. Los primeros líderes de la revolución comienzan a ser considerados conservadores y se sustituyen por más radicales, este cambio se puede llevar a cabo mediante pugnas. El propósito original en este punto se puede desviar hacia ámbitos que no habían deseado los revolucionarios que ayudaron a desencadenarla. Esta es sin duda la fase más peligrosa pues el movimiento corre riesgo de salirse fuera de control como ocurriera con Robespierre en la revolución francesa.
Tercera fase: el hecho que los revolucionarios continúen en el poder significa que deben ocuparse de los aspectos prácticos del gobierno. El idealismo y la energía que alimentaron las fases iniciales se van disipando. En esas circunstancias aparecerán líderes con mentalidad más administrativa para consolidar la revolución. Los aspectos radicales se reducen y se vuelve a los objetivos originales.

La fractura social en Grecia es patente donde el alza de movimientos extremistas ha forzado a la creación de una unidad especial encargada de investigar actos violentos relacionados con el racismo y la xenofobia. La pobreza alcanza a un alto porcentaje de griegos mientras que los más opulentos sacan capitales fuera del país como ya lo hicieran los "emigrés" en la revolución francesa.

La segunda fase podría estar cerca de comenzar, ya estuvo a punto de comenzar de manera precipitada el año pasado cuando se frustró un golpe de Estado al renovar la cúpula militar de golpe. Lo curioso es que a pesar de que el gobierno lo niega, la CIA había avisado de esto varios meses antes en junio de 2011. 

Normalmente las revoluciones políticas no suceden solo en un país si no que forman parte de un movimiento de sentimiento supranacional donde se ven afectados varios países especialmente aquellos cercanos como ya vimos en la primavera árabe recientemente. Es por tanto mi percepción que Grecia está enseñando el camino al resto de países europeos, especialmente a los del sur. Es posible ver un contagio de ese sentimiento a lo largo de los próximos años como ya estamos empezando a ver en España.


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